Los alumnos de la carrera de Turismo Rural, de la Facultad de Agronomia (Universidad de Buenos Aires), realizamos un viaje de estudio en la fecha de 31 de Octubre, hasta el 8 de Noviembre. Fue una semana corta, pero muy reconfortante, llena de aventuras, nuevas experiencias, y encuentros con uno mismo.
Se dió inicio al viaje en la Ciudad de Salta, arribamos y luego de ponernos cómodos y dejar las pertenencias en hostel, nos reunimos con la guía que nos llevaría a recorrer los puntos de interés como lo son la Plaza Princial (9 de Julio), encontrándose allí monumentos destacables; en el Casco Histórico, se podían observar la Catedral Principal, el Museo de Alta Montaña, el Cabildo, la Catedral de San Francisco Divo, y más alejado se encontraba el Cerro San Bernardo, el cual escalamos (Algunos a pie, y otros con ayuda de el Telesférico). Hacia cualquier lugar donde mirábamos se encontraba una vista panorámica hermosa, rodeada de los cerros y un cielo inmenso. Cada pequeño detalle iba formando un panorama único y memorable.
Al día siguiente, bien temprano en la mañana fuimos a conocer Cafayate, primero recorriendo sus cerros e inmensidades, con el famoso "Anfiteatro", que nos dejó atónitos a todos y con un sentido de pequeñes increíble. Luego visitamos la bodega "Vasija Secreta", donde pudimos observar tanto la parte de producción, con sus viñedos, como la parte más intensiva donde nos mostraban parte de su historia, y como fue cambiando al pasar los años, la producción de los vinos, hasta llegar a la actualidad.
Cerramos la visita con su frase más popular "Si vino a Cafayate y no tomó vino, para que carajo vino"
Nuestra estadía en Salta había finalizado y al día siguiente emprendimos el viaje a Jujuy, Tilcara.
El primer día que llegamos se nos dió libertad y cada uno podía realizar la tarea que deseara. FloNaTa, (con su invitado especial Benjamín), siempre aventureros, llegada la tarde decidimos escalar la "Garganta del Diablo". Verdaderamente costó mucho subir (especialmente cuando no se tiene un buen estado físico), pero la llegada fue el verdadero premio. Un panorama increíble, la vista alucinante, la brisa te dejaba respirar. Fue una experiencia verdaderamente única. La verdadera dificultad vino al caer el sol, cuando nos encontrábamos 2900m de altura a nivel del mar y teníamos que volver al hostel Tilcaralandia. A pesar de todo fue muy divertido, una gran experiencia y en el retorno nos esperaban nuestros compañeros con un buen asado para empezar la noche. Fue un gran día.
Al día siguiente nos invitaron desde el INTA a recorrer sus instalaciones y conocer brevemente la forma en la que ellos trabajan, priorizando una agricultura de tipo familiar.
Allí nos mostraron los cultivos que tenían en el predio y toda la maquinaria y tecnología con la que contaban para explotarlos.
Por la tarde fuimos a conocer una Cooperativa que actualmente están realizando fideos para celíacos.
La cual está integrada por 110 socios. Tienen un Consejo para la toma de decisiones que lo conforman 10 personas. Las decisiones que toman son respecto a acuerdos con las universidades, ya que son quienes ayudan para la realización de alguna máquina o arreglos de las que pueden romperse o funcionar mal.
Quien nos recibió nos comentó que hacen unos chicitos con vitaminas para niños desnutridos de la provincia de Tucumán. Fue un acuerdo con la Universidad de Tucumán con el objetivo de alimentar a estos chicos con problemas alimenticios y que muchas veces no quieren comer y esta universidad tuvo la idea de probar con estos chicitos especialmente preparados.
La máquina para hacer los fideos para celíacos y los chicitos fue realizada por la Universidad del Litoral. Sus productos son vendidos en Jujuy y tienen el logo de apto para celíacos, y también en Buenos Aires llegan pero a través de la Cooperativa La Obrera de La Plata. Luego de conocer varias máquinas y la producción y variantes que tenían para luego comercializar.
Finalizada esta visita fuimos a la huerta que dependía de la cooperativa, de uno de sus socios también. Allí nos encontramos con 4 hectáreas de variados cultivos como lechugas, brócoli, alcauciles, cebolla, papa, perejil, cítricos, durazno.
Finalizada la recorrida por la huerta, regresamos a Tilcaraladia para empezar la noche con unos ricos fideos para celíacos los cuales compramos para colaborar con la Cooperativa que nos atendió tan amenamente.
El tercer día fuimos a conocer a una comunidad aborigen llamados Hornaditas. Nos recibieron con los brazos abiertos y el corazón a flor de piel. Listos para entrar profundamente en nuestros sentimientos y hacernos sentir pequeños frente a la inmensidad en la cual ibamos a desarrollar nuestra estadía.
FloNaTa ha realizado una entrada específica para esta salida, así que los invitamos a leer y maravillarse con esta gran familia.
Al caer la tarde, fuimos a conocer Humahuaca rápidamente, teniendo de atractivo principal su gran mirador donde se puede apreciar toda la ciudad desde allí. Volvimos rápido al hostel para descansar y prepararse para el día siguiente que sería el último día de la estadía.
Nos despertamos temprano en la mañana y emprendimos lo que sería el último viaje. Luego de muchas subidas y giros tras los cerros, llegamos a las Salinas Grandes (que de por si significaron al menos para nosotros una gran decepción), no eran aquella inmensidad cristalina que estaba en el ideal de cada uno, ya que cuando llegamos nos topamos con un horizonte plenamente oscuro, las salinas estaban cubiertas de tierra. A pesar de la decepción, no desaprovechamos la salida, relevamos el área, jugamos con la sal, sacamos las típicas fotos divertidas, jugando con la perspectiva. Compramos los recuerdos típicos de la zona y por último nos sacamos la foto conmemorativa en los 4187 metros de altura a nivel del mar.
De vuelta a Tilcaralandia, se nos dió el resto del día libre y decidimos escalar el último cerro de nuestra estadía en Jujuy, "El Cerro de la Cruz". Fue el más corto pero el más agotador al fin y al cabo. A pesar de la dificultad, nos encontramos con un buen hombre Español que estaba de visita en la Argentina, y éste hizo más amena nuestra subida.
Por la noche, luego de cenar, nuestro compañero Rodrigo Montoya, nos preparó una despedida que nadie se esperaba, diciendo que nos esperaban con "los ojos vendados pero el corazón abierto", luego de un discurso emotivo y un pequeño comentario para cada uno (para el que se cayó del caballo que se vuelva a subir las veces necesarias, para las que no tuvieron viaje de egresados..). Finalizado el momento, emprendimos viaje hacia "El Fondito", un emblemático barsito de Tilcara para finalizar de la manera más divertida y unida nuestra experiencia en Jujuy.
Por la mañana siguiente nos despedimos de todas las personas que conocimos, nuevamente con la promesa de volvernos a ver pronto.
Hermoso viaje... Gracias genias!
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